SOBRE LA DIVULGACIÓN

A lo largo de estos cuarenta y siete años desde el fallecimiento del pintor, han sido numerosas las exposiciones de Zabaleta que se han realizado en las principales capitales españolas. La familia Castaño Lasaosa-Zabaleta siempre hemos colaborado desinteresadamente aportando cuadros y documentos de nuestra colección, cuando hemos entendido que con ello contribuíamos a engrandecer su figura. No ha existido ningún encuentro artístico relevante que pretendiera contar con una representación adecuada de la obra de Zabaleta y no haya podido llevarse a cabo por el hecho de que los cuadros del Museo de Quesada no pudieran trasladarse fuera de la localidad. En este sentido tenemos que remarcar que a lo largo de estos años hemos participado en más de cuarenta exposiciones artísticas de Zabaleta, es decir, casi una al año desde su fallecimiento, realizadas tanto en España como en el extranjero, y puede afirmarse que las obras allí expuestas han sido consideradas por la crítica especializada como las más destacadas y representativas del pintor (la propia Junta de Andalucía reconoce en su Informe sobre actuación en el Museo Zabaleta fechado el 3/9/85, que la mayoría de los cuadros de la mejor época artística de Zabaleta pertenecen a colecciones privadas).
En dichas colaboraciones, nunca solicitamos ni recibimos ningún tipo de contrapartida económica. Por el contrario, cuando el Ayuntamiento de Quesada decidió trasladar en el año 2001 parte de la obra depositada en el Museo a distintas ciudades, sí exigió una contraprestación económica. Ante estos hechos, causa perplejidad que haya quien se atreva a afirmar que a la familia de Zabaleta solo le mueve un interés crematístico.
Sí es cierto que la familia Castaño Lasaosa-Zabaleta consideramos que la categoría artística de Rafael Zabaleta obliga a circunscribir la participación de su obra solo a grandes eventos que garanticen una amplia repercusión. Esta estrategia de divulgación artística es la que utilizó el pintor en los últimos años de su vida y es la que han seguido los artistas contemporáneos más prestigiosos. De hecho, supone ser muy cuidadosos a la hora de aceptar participar en alguna de las muchas ofertas de exposiciones que se reciben. Bajo esta premisa, por ejemplo, cuando en el año 2000 el Sr. Chicharro Chamorro, Director del Museo de Jaén, se puso en contacto con nosotros para que colaboráramos en una exposición sobre Zabaleta que estaba planeando realizar en algunas ciudades españolas, entendimos que no se daban las circunstancias antes señaladas y declinamos participar. Después descubrimos que esas exposiciones se llevaron a cabo con cuadros del Museo de Quesada, cedidos por su Corporación Municipal, eso sí, previa percepción de una cantidad económica. El resultado fue que, más allá de una repercusión de ámbito local o regional, no apareció a nivel nacional ninguna referencia relevante de estas exposiciones, dándonos la razón en nuestra decisión de no participar.
Gran importancia tiene también para nosotros la selección artística de la obra a exponer. La Fundación Zabaleta entiende que no toda la obra donada al Museo es apropiada para su exhibición fuera de su ciudad natal. Es sabido que algunas obras u objetos que es acertado exponer por su valor sentimental en un museo local no aportan nada, sino todo lo contrario, cuando se exponen en otros ámbitos. En esta línea es inaudito, y no creemos que exista precedente de ello, que un ayuntamiento asuma la elección de qué obra de un artista se va a exponer, como hizo el Ayuntamiento de Quesada en el 2001.
Abundando en el tema de la actuación del Ayuntamiento de Quesada en el 2001 cuando decidieron sacar los cuadros del Museo, debemos decir que lo que más nos indignó fue la falta de información a la que sometió, de forma consciente y premeditada, a todos los herederos de Zabaleta sin distinción. En el caso de la familia Castaño Lasaosa-Zabaleta aún fue más grave puesto que en el mes de marzo de ese año el Alcalde, Sr. Vallejo, acompañado de su mujer y de diversos concejales, acudió a nuestro domicilio en Tamarite de Litera, donde fueron recibidos y tratados cordialmente, y deliberadamente nos ocultó que en esas fechas los cuadros del Museo estaban en una exposición en Bilbao, algo de lo que de forma casual nos enteramos posteriormente. Con esos hechos, ¿qué podíamos hacer? Nosotros optamos por solicitar por escrito en numerosas ocasiones al Ayuntamiento los criterios artísticos utilizados para seleccionar las obras a trasladar, quién fijó la cuantía del seguro, con que criterio, por qué no se consultó nada de todo ello a la familia, qué ocurriría en el caso de deterioro, extravío o robo de la obra durante el tiempo de traslado, qué obras fueron finalmente expuestas, en qué localidades, durante cuánto tiempo, qué contrapartidas económicas o de cualquier tipo habían existido, y, si ya se han recibido dónde están depositadas o en qué se habían invertido y quién, y en base a qué, ha tomado estas decisiones. La respuestas a todas estas cuestiones por parte del Ayuntamiento seis años después sigue siendo el silencio, a pesar de que tenemos derecho a esa información como familia del pintor puesto que, les guste o no, somos garantes de la donación, tal como figura en el acta notarial de entrega de las obras y objetos personales del pintor al Museo de Quesada.
A pesar de todo lo aquí expuesto, la posición de la familia Castaño Lasaosa-Zabaleta continúa siendo, como siempre, favorable a divulgar la obra de Zabaleta, pero no de cualquier manera ni en cualquier lugar. También esperamos que los Poderes Públicos de Andalucía tengan hacia la familia de Zabaleta una mínima consideración teniendo en cuenta la gran donación realizada al Museo de Quesada. Todo ello se lo comunicamos a la Delegada Provincial de la Consejería de Cultura de Jaén en junio del 2006 cuando nos citó para decirnos que pensaban organizar una gran exposición de la obra de Zabaleta en Sevilla, Madrid (Museo Reina Sofía) y Barcelona, a iniciar en noviembre del 2007, coincidiendo con el centenario de su nacimiento. Nosotros nos pusimos a su disposición para lo que quisieran y una vez más ofrecimos nuestra colaboración desinteresada, pero hasta la fecha no hemos vuelto a tener ninguna información sobre la organización del evento, a pesar de los reiterados intentos de volver a contactar que hemos realizado. Desconocemos qué está ocurriendo, pero nos tememos que, lamentablemente, en noviembre de 2007 la exposición prometida no se realizará, y además, por desgracia, tampoco la que estaba organizando la Fundación Zabaleta y que paralizamos al creer en la palabra que nos dio la representante de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en Jaén.

EL PATRONATO DE LA FUNDACIÓN ZABALETA


“Rafael Zabaleta pintor expresionista de comienzos de siglo XX .”